Cosplay es una película dramática, con tintes de humor negro, que habla sobre la hostilidad y la crudeza presentes en la sociedad digital contemporánea, pero también del descubrimiento de la calidez humana en los lugares menos sospechados. Acompañaremos a Mario, un moderador de contenido de una red social, en el sórdido infierno que es su día a día y compartiremos con él su pasión secreta y su vía de escape: el cosplay. 

La película muestra cómo la proliferación de las nuevas tecnologías y la construcción de la sociedad digital han producido una evidente deshumanización y una tendencia al individualismo que, lejos de fomentar la cohesión social, potencia un sentimiento de soledad frente a un mundo cada vez más interconectado. En este contexto, Mario únicamente es capaz de encontrar satisfacción en el mundo del anime, el manga y el cosplay, productos culturales importados de Japón que han arraigado en el imaginario de las generaciones que han crecido consumiendo estas ficciones.

Cosplay explora un tema universal y profundamente humano, como es la soledad, desde una perspectiva de rabiosa actualidad y destacando el valor de aceptarse a uno mismo. A su vez, también da visibilidad a problemáticas sociales contemporáneas, como el mobbing y el acoso sexual, y aporta un granito de arena a la tarea de deconstruir los estereotipos heteropatriarcales.

De la empatía dramática al humor incómodo, Cosplay es un viaje por el espectro emocional de Mario y de los personajes que le acompañan. A veces aliados, otras enemigos, todos ellos ayudarán a Mario a aceptarse a sí mismo y a entender que la vida merece la pena cuando no intentas esconder quién eres en realidad.